Cuando iba al secundario, mi padre (dibujante -obse- nato) se re calentaba porque las hojas de la carpeta de plástica volaban > Y yo, me indignaba: «Ay dale, si no voy a dedicarme a hacer dibujitos». Y acá me ves: diseñadora.
Eso habla de mi poca visión de futuro, que para mis 16 años estaba bien (porque nadie me había enseñado la importancia de esto). Pero en mi formación de coaching aprendí que puedo diseñarme, a mi y a mi futuro • en base a quien quiero ser (que hasta entonces lo consideraba un sueño > por ende, difícil de cumplir)
El futuro no está predeterminado, es el producto de tu creación y tu construcción cotidiana. Esto implica una actitud de responsabilidad, de hacerte cargo de vos misma, de la vida que querés vivir y del mundo que deseas construir.
Así fue como describí en detalle que, dentro de 5 años, quiero estar siendo una mujer que ayuda a otras mujeres a ser felices viviendo de lo que aman (y te digo que tan mal no me va, eh!)
Es súper importante que tengas claro tu Plan de Vida: tenés que determinar que querés de tu vida y a dónde querés llegar. La idea es que revises en tu interior que querés y para que lo querés • tiene que ser algo que te haga sentir feliz, que te saque una sonrisa: no es que se descubre de un día para el otro, pero dedicarle tiempo a tu futuro es una tarea muy importante que tenés que incorporar.
Tu visión empieza a cobrar vida cuando declaras tu compromiso con su realización y empezas a ejecutar acciones concretas.
Solamente definiendo hacia donde querés dirigir tus esfuerzos y tú vida, empiezan a pasar cosas que te permiten aprovechar recursos que antes no usabas: ves oportunidades que, al no estar conectada con tu propósito, no veías.
Cuando estás comprometida con el logro de tus objetivos, declaras con convicción y compromiso “yo quiero esto para mí” y empezas actuar en consecuencia y un conjunto de situaciones que, a simple vista, parecen coincidencias, empiezan a pasar y, si estás alerta, las podés poner a tu favor y pasar a la acción.
Cuando actuas en profundo compromiso, empiezan a pasar «casualidades» que te permiten avanzar hacia tu objetivo: empezas a experimentar sincornicidad.
Jung la define como una “incidencia significativa de dos o más sucesos en la que está implicado algo más que la posibilidad aleatoria”
La sincronicidad.. Conocías este concepto? Crees en él?